¿Qué importancia tienen en la aprendizaje diario y cotidiano la imitación y el juego en el niño?
Cuántas veces oímos que se enseña con el ejemplo. Este aspecto en la pedagogía Waldorf es fundamental.
Los valores no se aprenden de memoria, se interiorizan a través de la imitación. Y no hay mejor manera de hacerlo que jugando.
La Imitación
La imitación es un fenómeno que se observa en los niños y en los seres humanos, se aprende por la imitación. Los maestros y los padres nos convertimos en sus mayores ejemplos y tenemos la responsabilidad de dar un ejemplo de igualdad.
En la Pedagogía Waldorf los maestros tienen muy presente este aspecto, porque se sabe que los niños los imitaran.
Durante el día en las escuelas los maestros realizan tareas artesanales, artísticas y domésticas en los que los niños colaboran. Así se les ofrece la posibilidad de aprender mediante la imitación, la experimentación y el juego creativo.
De esta manera los maestros representan frente al niño un modelo de actitud y valores.
Todo ello hace que el niño se mantenga en la actividad central de la infancia: el desarrollo individual y natural de las capacidades físicas, emocionales y cognitivas que serán los pilares para los aprendizajes de etapas posteriores.
El Juego
El juego es una de las actividades más importantes en estos primeros años, porque a través de el se desarrolla la creatividad, la imaginación y la iniciativa. El ambiente del lugar, el espacio y el acogimiento, permite que los niños se sientan seguros y puedan entregarse totalmente a su desarrollo físico y vital en esta fase de crecimiento.
Los maestros no ayudan a los niños a subirse a juegos que no pueden o a trepar árboles donde todavía no llegan. Se les da el tiempo y la espera para que lo logren por ellos mismos. Sólo intervienen si están en problemas o piden ayuda.
A través de lo que van experimentando van aprendiendo, de esta manera les permite tener muchas experiencias en diferentes entornos: al aire libre, jugar con tierra, arena, agua, etc.
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