Si la alimentación de tu bebé consiste en la lactancia a través de biberones o has optado por una lactancia mixta, te explicaremos a continuación como debes preparar los biberones en cada toma y que consideraciones debes tener en cuenta para llevarlo a cabo.
Preparar los biberones para tu recién nacido no es nada difícil, es verdad que al principio debes tener algunas cosas en cuenta y tampoco necesitas de tantos aparatos o artilugios para darle el biberón a tu pequeño.
En un principio debes saber qué tipo de biberones quieres utilizar, en un artículo anterior hablamos de la importancia de elegir bien el biberón y la diferencia de material entre uno de plástico y de vidrio.
Para elegir un buen biberón es necesario que sea práctico, adecuado a su edad, ya que cada biberón está indicado a medida que el bebé crece, fácil de limpiar, de vidrio o de plástico que puede soportar altas temperaturas e irrompible y sobretodo lo más liso posible.
En primer lugar la madre o la persona que vaya a preparar el biberón deberá lavarse las manos concienzudamente, para así no transmitir infecciones al bebé. Será suficiente con un jabón neutro para llegar bien a las uñas y entre los dedos.
Cuando vayas a esterilizar por primera vez los biberones o tetinas no hace falta que te compres un aparato indicado especialmente para esterilizar biberones o tetinas, basta con poner agua a hervir y dejar todos los utensilios durante 5 minutos, pasado este tiempo ponlos a escurrir.
A partir de ahí después de su utilización podrás lavarlos con agua y jabón normalmente, puedes volver a esterilizarlos de vez en cuando.
Sigue las indicaciones del fabricante para preparar la leche en polvo, coge agua e introduce la cantidad necesaria para cada toma, con el medidor que viene dentro de la leche en polvo coge la cantidad adecuada y siempre equilibrando el medidor con un cuchillo para quitar la leche sobrante.
Mezcla bien el agua con la leche en polvo dentro del biberón y comienza a agitar cuidadosamente el biberón tapado previamente, calienta el biberón en el microondas o al baño maría. Será imprescindible que comprobemos la temperatura de la leche antes de dárselo al pequeño, prueba en el dorso de la mano o bebiendo algunas gotitas.
Después de haber comprobado la temperatura de la leche podremos alimentar al bebé después de haber realizado estos pasos previos. ¿A que no es tan difícil?.
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